Actualidad Económica
22/11/2022
Riesgo País y Estudios Económicos

Litio: oportunidades industriales a gran escala, pero un suministro limitado en el mediano plazo

Coface forecasts lithium opportunities

En un momento en el que la conversión de los vehículos a la energía eléctrica o de hidrógeno está más que nunca en el punto de mira, el litio se impone como una materia prima estratégica y esencial. La primera mina de litio se abriría en Francia en 2027. Al igual que el cobre y muchos otros minerales, la producción y la demanda del metal blanco dependen en gran medida de las tendencias macroeconómicas y las perspectivas de crecimiento mundial. Sin embargo, aunque la mayoría de los precios de los metales han bajado desde el comienzo del verano, el precio del litio resiste y se mantiene alto. Esta tendencia es aún más notable si se tiene en cuenta que los sectores clientes, en particular el de la automoción, tienen unas perspectivas muy dispares a corto plazo.

 

un papel clave, mucha demanda y una oferta insuficiente

El litio es un componente esencial en la descarbonización de la economía. De hecho, las baterías de los vehículos eléctricos están compuestas principalmente por metal blanco. Por ello, este recurso, difícilmente sustituible, ha vuelto a la palestra desde principios de la década de 2000, debido al reto que representa el almacenamiento de energía. Actualmente, la oferta es demasiado limitada para satisfacer la demanda y está apremiada por la falta de inversión. Las economías occidentales llevan mucho tiempo sin prestar demasiada atención a sus suministros mineros. Además, el hecho de que el sector de la movilidad con bajas emisiones de carbono cuente con el apoyo de las autoridades gubernamentales parece proteger al litio de las sacudidas del crecimiento mundial. Por último, con la transición a las bajas emisiones de carbono, la demanda mundial debería seguir creciendo a medio y largo plazo.

unos recursos y una cadena de producción muy concentrados

Argentina, Bolivia y Chile concentran el 58% de los recursos mundiales. Esta concentración es mucho mayor que la de otros metales básicos. A modo de comparación, 13 países representan el 75% de las reservas de cobre identificadas. Por otra parte, la producción mundial de litio también está muy concentrada, liderada por el trío Australia/Chile/China, que representa el 90% de la producción mundial en 2021. Por último, en las fases posteriores, la cadena de valor está aún más concentrada: en 2021, China refinó el 60% del litio del mundo, y representó el 77% de la capacidad de producción mundial de células de baterías y el 60% de la fabricación mundial de componentes de baterías.

Hoy en día, el reto consiste en adquirir y mantener competencias de alto valor añadido que garanticen la soberanía industrial de un país y una fuerte ventaja comparativa tecnológica para las empresas.

La Asociación Europea de Fabricantes de Baterías Industriales y de Automoción prevé que en 2030 el mercado europeo de baterías tendrá un valor de 35.000 millones de euros, la mitad de los cuales corresponde al ion de litio. Europa, que pretende ser autosuficiente en la producción de baterías para 2030, no podrá depender únicamente de los proyectos mineros nacionales. En el mediano plazo, su mejor baza parece ser Australia.

 

incertidumbres

La elevada volatilidad de las materias primas, y en particular de los metales, podría acabar afectando a la tendencia de los precios del litio. Esta volatilidad se explica, en particular, por la incertidumbre de la demanda, ligada a las dificultades del sector inmobiliario chino. Estas adversidades no dejarán de afectar a la volatilidad de los precios del litio.

Por otra parte, las empresas mineras están volviendo a las estrategias basadas más en el valor que en el volumen. Tras observar un aumento de su rentabilidad gracias a la subida de los precios en el primer semestre de 2022, la caída de los precios de los metales y los altos costes energéticos han llevado a las empresas mineras a limitar sus inversiones. Consecuentemente, las empresas del sector del litio deberían apostar por el nivel de los precios para mantener su rentabilidad, limitando al mismo tiempo sus inversiones, en el contexto de una recesión mundial en 2023 (véase nuestro último barómetro). La exploración de nuevas fuentes de litio puede llevar de 3 a 5 años, más los 2 o 3 años necesarios para instalar las plantas de procesamiento del mineral, lo que inevitablemente afectará los volúmenes de suministro a medio plazo.

Cualquier apoyo de China al sector de las baterías también podría ejercer presión sobre los volúmenes de producción y hacer subir los precios del litio. A pesar de las sombrías perspectivas económicas de China, la determinación del país de mantener su ventaja comparativa en el segmento de las baterías de iones de litio es incuestionable. Por lo tanto, si China pone en marcha las palancas financieras para apoyar al sector de las baterías de iones de litio, se producirá un aumento espontáneo de la demanda.

Por último, hay una gran incertidumbre sobre el futuro de la industria del litio en Europa. La prohibición de la venta de vehículos de combustión interna en 2035 se basa en proyectos de reindustrialización inmaduros -proyectos mineros y gigafactorías. Los proyectos mineros en Europa pueden generar una fuerte oposición, lo que aumentaría la presión sobre los fabricantes de automóviles y su dependencia de los países productores de litio y baterías. A medio plazo, esto se traduce en una mayor vulnerabilidad a las crisis en la cadena de suministro, incluida la logística, entre las minas y los productores de baterías.

 

 

 

 

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